Cuando hablamos de PASADO, PRESENTE Y FUTURO, estamos específicamente hablando de tiempo. Tiempo que, aunque es una magnitud cotidiana, también es abstracta y representa la fugacidad y las etapas de la vida.
El tiempo es subjetivo, si lo relacionamos directamente con nuestro estado de ánimo, nuestras emociones juegan con nuestra temporalidad y nos pueden sumergir en el no tiempo o tiempo detenido donde buscamos la iluminación y la eternidad.
El tiempo no viene solo, viene acompañado por el espacio, eso nos conduce a la materia, de la que estamos hechos y con la que creamos.
Como Joyeros creamos tesoros ocultos que simbolizan el conocimiento de la verdad, así como el amor profano y las riquezas efímeras. Las joyas cumplen ciclos que vienen y van, nos transportan de regreso a nuestros orígenes y nos proyectan en nuestros sueños reveladores de valores impermantentes, imperfectos e incompletos.
Durante todo este proceso lo importante es prestar atención y observar los detalles que se van desvelando para poder experimentar la realidad.