Exposición
Buenos Aires, Argentina
Inauguración: 01/10/2021

Marzo 2020.

Lo esperado, el comienzo de nuestro ciclo taller.

Lo inesperado, una pandemia.

¿Qué hacer con nuestro hacer? ¿Cómo salir del aislamiento y recuperar ese espacio de aprendizaje, experimentación, mates y procesos, nuestro lugar compartido?

Con la fuerza de la acción colectiva nos aventuramos a trascender la modalidad presencial transformando cada hogar en espacio de trabajo, permitiendo que el taller ingrese e inunde nuestras casas.

De la cocina al patio, del lavadero al living: zoom, whatsapp, mails, desarman los límites entre lo presencial y lo virtual, lo propio y lo compartido.  Confiando en una nueva propuesta que evita transpolar la situación de presencialidad, construimos un nuevo territorio, híbrido y más real que nunca, desde donde compartimos procesos y piezas concebidas en un presente impensado.

De la mano de Patricia Gallucci, 7 talleristas mujeres decidimos honrar nuestro trabajo, respetar el encuentro, expresar la multidimensionalidad inherente a los procesos creativos, conectar emoción-hacer-pieza, tornar visible lo invisible, descubrir qué significa para cada una hacer joyería contemporánea en esta situación excepcional. 

Actividades

7 Miradas -> 1 Territorio

Marzo 2020.

Lo esperado, el comienzo de nuestro ciclo taller.

Lo inesperado, una pandemia.

Qué hacer con nuestro hacer. Cómo salir del aislamiento y recuperar ese espacio de aprendizaje, experimentación, mates y procesos, nuestro lugar compartido.

Con la fuerza de la acción colectiva nos aventuramos a trascender la modalidad presencial transformando cada hogar en espacio de trabajo, permitiendo que el taller ingrese e inunde nuestras casas

De la cocina al patio, del lavadero al living: zoom, whatsapp, mails, desarman los límites entre lo presencial y lo virtual, lo propio y lo compartido.  confiando en una nueva propuesta que, evita transpolar la situación de presencialidad, construimos un nuevo territorio, híbrido y más real que nunca, desde donde compartimos procesos y piezas concebidas en un presente impensado.


De la mano de Patricia Gallucci, 7 talleristas mujeres decidimos honrar nuestro trabajo, respetar el encuentro, expresar la multidimensionalidad inherente a los procesos creativos, conectar emoción-hacer-pieza, tornar visible lo invisible, descubrir qué significa para cada una hacer joyería contemporanea en esta situacion excepcional. 


Marcela Antebi

Origen

Las imágenes que elijo para contar esta historia fueron tomadas durante el 2020.

El pliegue.

El gesto de las manos.

El estadio inicial antes de la palabra.

La materialidad de la piel se despliega y dobla sobre sí misma; la manera de plegarse constituye su textura.

El sostén de las manos es el gesto que encierra lo sutil y lo rígido.

Ese mismo gesto que propone sostén, cuidado y atención, puede darse también como duro, frío y hostil si la realidad irrumpe, como el vidrio que separa esas manos.

La pandemia me remite a esta imagen.

Momentos de introspección, de abrigo, de cuidado, de distancia, de enfermedad, de dolor... pero sobre todo de amor.

Las imágenes simbolizan parte del momento que nos toca vivir.

El papel de arroz es para mí la elección del material que da cuenta de la fragilidad y la dureza; la metáfora de la piel. 

La propuesta es mostrar procesos que podrán ser o no piezas...

La piel contiene en sus pliegues el paso del tiempo que transcurre inevitablemente y no podemos detenerlo.

Como un acto de fe. 

No religiosa sino vital.  

En palabras de Leibniz, “los pliegues de la piel como los pliegues del alma”.

Adriana Ascanelli

Caminar, recoger, transformar, enjoyar

Al finalizar una pieza siento que dí el último paso de un largo proceso de acciones compartidas con la naturaleza.

… largas caminatas por la playa al encuentro de elementos que llamen mi atención: vidrios redondeados por el rodaje en el mar, trozos de metales desgastados, piedras cinceladas por la erosión.

… tareas al borde del mar. A veces imprimo en arcilla texturas de rocas o caracoles; otras fotografío o simplemente observo y trato de memorizar formas, movimientos, agrupamientos.

… intensos momentos en el taller: imaginando, bocetando, combinando partes, modelando ceras, incrustando vidrios, arribando a formas que luego serán fundidas en plata o bronce. 

… y entre tanto: intercambios, encuentros virtuales, proyectos compartidos.

Siempre pienso que estos procesos se iniciaron en realidad muchísimo antes. Quizá cuando alguien abandonó cerca del mar una botella que luego estalló en pedazos, modelados y suavizados con el tiempo por la arena; un pequeño molusco que agujeró una roca; una corriente marina que trajo a la orilla algo caído de un barco que luego el óxido carcomió…

Quién sabe la suma de cuántas acciones a lo largo del tiempo dieron lugar a esta joya de la cual soy sólo una parte.

Cecilia Curcio

No creo en mí…

Siento en mí, en vos, en otros, y todo eso se revela en este universo de insólita libertad en medio del encierro.


Pandemia. Silencio. Incertidumbre. 

Espera. Tensión. Ansiedad. 

Descontrol. Pérdidas. 

Aislamiento. Miedos. 


Una nueva forma de transitar me asalta; todo cobra otro sentido. Inconteniblemente, mucho está sucediendo y provoca un vuelco hacia el interior. Profundo, confuso; por momentos con aceptación, por momentos con rechazo; incómodo. Una interpelación constante a resignificar "la mirada".


Unión. Amor. Aprendizaje. 

Protección. Adaptación. Conexión.

Oportunidades. Simpleza. 

Extraña calma. Paz.


Ver más allá. Observar el paso de las estaciones desde mi ventana, registrar cómo el sol barre mi pequeño patio cada mes; sentir la calidez de los lazos de amor que no necesitan tocarse; saborear afecto; hablar a través de los ojos; oler a soledad, familia y rincones; escuchar la naturaleza que nos acompaña en silencio… TODOS estamos en esto. 


Y percibo señales, y los símbolos surgen a borbotones, mientras por dentro desgarros, heridas y descubrimientos van sucediendo y procesándose... como las hojas del árbol que van cayendo y muestran un sonoro colchón de colores, mientras un gris tronco permanece erguido esperando la primavera.


Caos en Paz… diario de una cuarentena... un proceso de libertad.



Graciela Mellace

El proceso que se lleva  crear una pieza de joyería lo asocio al que realizan los músicos al componer.

Una imagen, una textura, una sombra pueden ser mi inspiración. Entre técnicas y materiales busco esa nota justa capaz de transmitir la verdadera esencia.

Entablo un vínculo especial con mis piezas, algunas me desafían más que otras, las dificultades que me presentan me impulsan a desarrollarme técnicamente,  a crecer como artista. 

Cada joya es una nueva canción. Una vez concluida la observo y me pregunto quién la ha de escuchar, quién se emocionará con ella, quién la llevará consigo.

Desearía que quienes detengan su mirada en mi pieza perciban más allá de un objeto, como cuando se escucha esa melodía que conduce a un sentimiento o evoca un recuerdo.

Florencia Miciano

Contemplar la naturaleza me resulta tan relajante como tomar cualquier trozo de un orgánico con mis manos y transformarlo en una joya, ya sea utilizando la diversidad de técnicas conocidas o los métodos que surjan a través de procesos investigativos. 

La búsqueda y construcción de materiales me remite a tiempos remotos, con colores resultantes de la molienda de vegetales o piedras y la construcción de piezas mediante la fundición hogareña. 

Lo natural me motiva y me invita a experimentar. Sus colores, aromas, texturas y formas son características que me inspiran. Me resultan una fuente inagotable para la creación.

En este proyecto he trabajado con distintas pruebas de materiales. Durante el proceso me sumergí en muchos intentos, por momentos frustrantes, por otros motivadores. El trabajar con las manos para mí es sumamente importante y el lograr piezas parecidas pero distintas refleja que somos diferentes y únicos. Mis piezas transmiten esa unicidad y muestran esa diversidad.

Puedo comenzar a trabajar en una pieza y dejarla por un tiempo si no resulta en lo que estoy buscando, abrir puertas sin saber qué se puede encontrar del otro lado o tal vez volver a cerrarlas para procesar la idea y redescubrirla más tarde. Hacer cambios no me inquieta ya sea en forma y/o tamaño como en funcionalidad. Mi camino creativo se va abriendo a medida que lo voy transitando.

Betina Roxana Pereyra

Mi experiencia con el arte se inicia en los años noventa, cuando ingresé al Profesorado de Artes Visuales; allí pude experimentar con las disciplinas más tradicionales, y quedé fascinada con el grabado y la escultura. En la actualidad participo de diversos talleres cuyas múltiples perspectivas me fortalecen.

Muy interesada en los materiales, los procedimientos y las posibles transformaciones, me atrajo el vidrio: el paso de la luz, las transparencias, los colores; practiqué los métodos de vitrofusión y de lampwork que inicié hace pocos años.

Realicé piezas para joyería con el vidrio y noté que el metal era necesario para resolver cuestiones técnicas y ergonómicas tanto como para enriquecer el resultado. 

Incursioné en técnicas de orfebrería y arribé a la joyería contemporánea, un mundo increíble de posibilidades: sus distintos materiales y sus propiedades estéticas permiten la expresión de formas y espacios que me son propios. 

La labor en mis piezas enlaza emociones, sentimientos, recuerdos de infancia; los pongo en juego en un ida y vuelta permanente a través de lo azaroso, en un descubrimiento lúdico de lo nuevo.

Gabriela Vargas


Participantes

Adriana Ascanelli / Betina Roxana Pereyra / Cecilia Curcio / Florencia Miciano / Gabriela Vargas / Graciela Mellace / Marcela Antebi